Conseguir una rebaja de precios es una práctica que encierra una gran satisfacción para algunas personas e incertidumbre para otras. ¿Qué hay detrás de esta ancestral costumbre?

Para algunas personas pocas cosas superan el placer de “ganarse” un descuento en una negociación. Es mi caso. Quizás heredé de mi padre la costumbre de hacer siempre el intento de negociar el precio. Por supuesto, el éxito nunca está asegurado. Sin embargo, como dicen los negociadores más experimentados, y esto aplica a diversas situaciones de la vida: “El no, ya lo tenés”.

Ahora bien, hay que reconocer que no todos tienen la actitud o la voluntad necesarias para negociar precios. Es más, muchos se incomodan ante ese tipo de situaciones, por lo que prefieren evitarlas, ya sea pagando el precio informado por el vendedor, o directamente respondiendo con los pies, es decir retirándose sin comprar.

Las culturas y el regateo 

Los factores culturales tienen gran incidencia en este tipo de conductas. En algunos países, como Egipto, Marruecos e India, y en el sudeste de Asia en general, es común la negociación de precios en todo tipo de productos y servicios. Incluso puede llegar a considerarse ofensivo si el cliente paga el precio inicial, sin siquiera realizar el intento de conseguir una rebaja. En Estados Unidos y Europa el regateo está reservado a productos de alto precio y compra esporádica, como es el caso de automóviles e inmuebles. En otras situaciones puede considerarse ofensivo si el cliente intenta negociar el precio de venta.

Al momento de regatear se deben considerar los factores culturales, ya que mientras en algunos lugares o situaciones de compra es casi una obligación pedir descuentos, en otros puede ser considerado una ofensa.

En este sentido, la plataforma internacional de descuentos Picodi, publicó los resultados de una interesante encuesta que hicieron a 3.100 usuarios, para indagar en las características de la cultura del regateo y las diferencias entre los diferentes países.

Comparto algunas de las conclusiones más interesantes del estudio, junto a una de las infografías provistas por la empresa:

  • Colombia es el país con un porcentaje más alto de personas  que disfrutan del regateo. Sin embargo, Emiratos Árabes Unidos y Chile son los países donde se logra un mayor descuento tras la negociación.
  • Los hombres son más propensos a negociar que las mujeres.
  • La mayoría de las personas considera que el apariencia influye a la hora de conseguir descuentos, aunque no se trata exclusivamente de la belleza física sino también el lenguaje corporal, la sonrisa, la vestimenta y forma de presentarse.
  • Por último, el estudio agrega algunos datos útiles a la hora de negociar: En Mexico los taxistas están  predispuestos a otorgar un descuento; en Estados Unidos, Alemania e Inglaterra es posible obtener descuentos en la compra de vehículos mediante el regateo  y en cuanto a la gastronomía,  Francia es un buen lugar para negociar precios. Algunos países acostumbran a negociar las membresías de gimnasio con mayor frecuencia, este es el caso de Brasil e Italia.

se admite regateo como negociar

La guía definitiva del regateo del viajero

Las guías de viajeros suelen brindar interesantes trucos para convertirnos en hábiles negociadores en países donde el regateo es casi un deporte nacional. Por ejemplo aquí sigue una recopilación de algunos de los consejos habituales:

  1. Estudiar los precios con anticipación: es importante tener una referencia clara antes de comenzar a negociar. Las fuentes de información pueden ser internet, otros viajeros o diferentes tiendas del lugar.
  2. Transmitir al vendedor que usted tiene la “sartén por el mango”: informarle que ya ha visto ese producto en otras tiendas y que si no lo compra allí lo hará en otro sitio.
  3. Realizar la negociación con calma: cuando alguien quiere vender algo muy rápidamente, ya nos ha puesto el objeto en la mano y nos pide el dinero, es una situación sospechosa. Puede que nos esté engañando con el precio o nos esté vendiendo algo inútil. La negociación debe realizarse con tranquilidad.
  4. Ofrecer como primer precio la mitad de lo que se está dispuesto a pagar: esta es una buena manera de empezar. Calcular lo que se quiere pagar y ofrecer la mitad de ello. Así se tendrá más posibilidades de que el precio acordado sea el deseado.
  5. Irse y esperar a que lo llamen pasados unos metros: si le parece que le están ofreciendo muy mal precio, es mejor irse. Si era verdad, seguramente el vendedor va a llamarlo cuando se haya alejado unos metros ofreciéndole un mejor precio. Si no es así, probablemente ya tenía una buena oferta. Siempre puede tragarse un poco el orgullo y volver.
  6. Mostrarse confiado: los vendedores son grandes actores. Aunque parezca que los está presionando mucho, seguramente están jugando con su conciencia, no pierda su confianza.
  7. Si son dos, se puede actuar el rol del comprador bueno/malo: uno se muestra más simpático y abierto con el vendedor, mientras que el otro es más duro y directo con los precios.
  8. Ser respetuoso y tomarse todo con humor: es básico negociar con una actitud positiva, pero siendo estrictos con el precio que queremos conseguir. Evitar faltar el respeto al comerciante con comentarios que puedan ofenderlo sobre su cultura o país. O por ejemplo, destacando la mala calidad de un producto u ofreciendo cifras ridículas.
  9. Debe regatear solo si se tiene intención de comprar algo: si quiere saber el precio de algo sin estar interesado en comprarlo, hay que preguntarlo, pero sin regatear. Por respeto, es recomendable regatear solo si realmente se está interesado.

¿Qué piensan del regateo? ?¿Es habitual en su país? Espero sus comentarios y aportes.